Ante la loable tarea del catequista, es importante tomar en cuenta su formación y, dentro de la formación, privilegiar la espiritualidad, pues como el Apóstol Pablo hace mención de la realidad del evangelizador “Llevamos este Tesoro en vasijas de barro” (2 Cor, 4,7). Estamos llamados a custodiar el Mensaje divino en nuestra fragilidad humana que contiene la Buena Noticia que alienta a la humanidad.

Como animadores o coordinadores de la catequesis hacemos una atenta invitación para privilegiar y proponer estos espacios para fortalecer nuestra relación Dios, del que hablamos a los demás y somos los primeros destinatarios del Mensaje que proclamamos. También nosotros catequistas, ¡Crezcamos hacia dentro! Fortalezcamos la raíz para que dé buen fruto nuestra actividad pastoral; ya lo dijo Jesús, “Sin mí no podéis hacer nada (Jn 15,5).

A esta sección la hemos titulado: Catequista, crecer desde dentro” con una temática muy concreta y sencilla para que el mismo equipo de catequista la pueda proponer, en caso de no tener quien les apoye con la reflexión del retiro. También ofreceremos los anexos que contiene el material que se requiere y solo consiste en fotocopiar, o bien, adaptar los materiales a las necesidades de cada realidad y lugar.