Nacimiento de Jesús

Situación

¿Qué celebramos en la Navidad?
Nos damos cuenta que, cada vez más, el saludo de “Feliz Navidad” se intercambia por el de “Felices fiestas” ¿Qué nos hace pensar este hecho?

Es muchos ambientes notamos que se está cambiando, o poco se comprende, el sentido de la Navidad. Por ejemplo, el saludo de “felices fiestas” de alguna manera expresa el poco conocimiento que tenemos de esta solemnidad cristiana: el nacimiento de Jesucristo. A la vez, de alguna manera expresa nuestra realidad festiva, excesiva y consumista, en contraste con la sobriedad con la que Jesús nació.

Evangelio

Lc 2, 1-14

 

Sucedió en aquellos días que salió un decreto del emperador Augusto, ordenando que se empadronase todo el Imperio. Este primer empadronamiento se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Y todos iban a empadronarse, cada cual a su ciudad. También José, por ser de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, que se llama Belén, en Judea, para empadronarse con su esposa María, que estaba encinta.
Y sucedió que, mientras estaban allí, le llegó a ella el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada. En aquella misma región había unos pastores que pasaban la noche al aire libre, velando por turno su rebaño. De repente, un ángel del Señor se les presentó; la gloria del Señor los envolvió de claridad, y se llenaron de gran temor. El ángel les dijo: «No temáis, os anuncio una buena noticia que será de gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre».
De pronto, en torno al ángel, apareció una legión del ejército celestial, que alababa a Dios diciendo: «Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad».

Reflexión

Con las palabras “Navidad” o “Natividad” nos referimos al nacimiento de nuestro Salvador. Con este acontecimiento inaudito Dios ha manifestado la grandeza de su amor y su entrega por todo lo que ha creado. La Navidad tiene relación estrecha con la eucaristía, de hecho, Navidad es la “Misa de Cristo”, como se escribe en inglés: “Christ-Mass” (Christmas). En su reflexión la Iglesia ha visto en el “Pesebre de los animales” el símbolo del altar, sobre el pesebre-altar está el Pan que es el propio Cristo. Dios se hace pequeño en Belén y también en la humildad de una hostia. Así también en cada Misa recordamos que “no hay amor más grande que entregar la vida por los amigos” (Jn15, 13).
Así pues, la Navidad es la solemne entrega de Dios por todo lo creado, y a la vez es acción de gracias, porque “unido al Hijo encarnado, presente en la Eucaristía, todo el cosmos da gracias a Dios” (LS 236).
El Evangelio resalta la austeridad y la pobreza con la que el Salvador vino al mundo. En la escena sobresale el pesebre y ello hace suponer la presencia de animales, un niño débil, unos padres pobres y sencillos y unos testigos necesitados: los pastores. En este contexto de carencia material se anuncia la paz, y se edifica un mundo nuevo. Podemos recordar que, en el relato de la creación, en el Génesis, el jardín del Edén era el lugar de la verdadera comunión divina e integral (koinonia), de la paz (shalom) y de la alianza. Así pues, a nuestro entender, el nacimiento de Jesús sucedió en un lugar de comunión universal. Laudato Si’ apunta a la comunión universal cuando dice que todo está conectado y relacionado. Señala que “Todos los seres humanos estamos juntos como hermanos y hermanas en una maravillosa peregrinación, entrelazados por el amor que Dios tiene a cada una de sus criaturas y que nos une también, con tierno cariño, al hermano sol, a la hermana luna, al hermano río y a la madre tierra” (LS 92).
La sobriedad de Belén choca con el derroche y los excesos de nuestras celebraciones navideñas. Si los cristianos perdemos el sentido de la Navidad estaremos más propensos ainmunizarnos de la alegría compartida y solidaria con los más necesitados. Cuando en estos días  nos acerquemos a contemplar un Belén, o un portal de Belén, recordemos la comunión universal y la solidaridad a la que estamos llamados.

Compromiso

  • En este tiempo, ¿qué cambios personales necesitamos realizar para celebrar con autenticidad la Solemnidad de la Natividad del Señor?
  • Animémonos a emprender dos o tres acciones que nos ayuden a vivir con profundidad y alegría interior la fiesta del nacimiento de nuestro Salvador.

Oración

Te damos gracias, Padre, por cada misa de Cristo (Christ-Mass). Que el gran amor quenos has manifestado con el nacimiento de Jesús sea nuestra razón para vivir la fraternidaduniversal con todas las criaturas de este mundo. “Derrama en nosotros la fuerza de tu amorpara que cuidemos la vida y la belleza. Inúndanos de paz, para que vivamos como hermanos yhermanas sin dañar a nadie” (LS).
¡FELIZ NAVIDAD! ¡FELIZ SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DE JESÚS!

 

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Hna. Lic. Gladys de la Cruz HCJC –  P. Dr.  Saju George SVD

 

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